jueves, 27 de agosto de 2020

Capítulo 6: Un final... de momento.

 Sambas había estado perdido en aventuras cada vez más descabelladas: desde la dictadura inglesa, en donde las tazas de té salían a cualquier hora a pegar tiros, hasta un increíble mundo lleno de streamers en el cual llovían gorditos.

Por otro lado, su pueblo siguió desarrollando apasionantes historias individuales, a cada cual más insólita: Hephaistos se adentró en las yermas tierras de la mancha; Shadow comenzó a derramar la luz que subyace en toda sombra; Dbuho inició su carrera como caballero aceptando desafíos a diestro y siniestro…

Mientras, en Runaterra, Ashe y Sejuani discutieron: que si eres muy fría… que si cállate cerda… y como dice el refrán, a río revuelto, Fizz 15/15. Aquello era un solar, y la esperanza un pequeño lunar en el rostro de un dragón gigante. Pero aquí estamos de nuevo, todos reunidos, esperando la próxima aventura, porque si el friki no va a la montaña, la montaña nos llama.

miércoles, 29 de julio de 2020

Episodio V: Cruce de caminos


Las tierras de máster se habían convertido más bien en los yermos del meta, en donde solo habitaban cuatro locos que paseaban de la mano de Ashe, mientras el resto los miraba con repugnancia. Fue por esto que el gran Spooky Sambas decidió dedicar su tiempo a vivir otras aventuras, dignas de un héroe tan completo como él; y entre ellas se sentía en su salsa, como Iron Man en un punto limpio.

Desentrañó intrincadas tramas en universos post - apocalípticos, vistió la piel de un Samurái, participó en carreras inverosímiles… y aquellos que le jaleaban mientras se desenvolvía por las tierras de Runaterra, le siguieron también por estos senderos, porque fuera cual fuera el mundo que habitaba Sambas, seguía siendo el héroe del pueblo.

Y como en toda historia que se precie, surgió entonces el espacio para tramas secundarias: Ferguita se hacía mayor, casi Don Fergas; Hirito asumió nuevos retos, lo cual no le impedía seguir siendo la mano derecha de Spooky; y Facu… bueno, Facu siguió investigando nuevas poses para sus fotos. 

Todos ellos y muchos más comenzaban a tomar relevancia en esta gran aventura, como veremos más adelante, porque en la historia del héroe del pueblo, el héroe, es el pueblo. Y qué importa que una frase carezca de sentido si suena así de bien.

domingo, 19 de julio de 2020

Un día especial

En nuestra isla no hay sombras,
aunque vivamos de noche
y el streamer nos asombre con sus memes sin reproche.

Desde Jonia hasta Demacia
se cantan nuestras historias,
comunidad de gigantes caminando hacia la gloria.

Ni freijold con sus vientos,
ni Noxus con su poder
harán temblar los cimientos de estos cientos de titanes sin lamentos que ofrecer.

¿Y a qué vienen estos versos?
Excusa de quien recita,
creí que era la mejor forma de felicitarte, Ferguita.



jueves, 16 de julio de 2020

Episodio 4: Un nuevo horizonte


La sala del diamante era un lugar lleno de comodidades, y un guerrero como Sambas pronto se aburrió allí. Tras dar un par de paseos y mirar con rencor a la gente que le rodeaba, llamó al tito Pr0jab para que pasara a recogerlo con su impecable vehículo de época, y así al menos salir de allí con algo de clase, recuperando parte del orgullo perdido en esta ilíada del Mercadona. Pr0jab no decepcionó, nunca lo hace, y apareció por allí en una berlina perfectamente tallada en madera de cedro y tapicería burdeos, conduciéndola él mismo sobre un caballo tan blanco como la luz, a lomos del cual su siempre hidratada barba relucía por encima de un poderoso escote que haría palidecer a Miss Fortune. Pr0jab es así.

Montados en el mismo carro, con Pr0jab a los mandos, tardaron poco en llegar a las baldías tierras de Máster, en donde solo los luchadores más curtidos pelean por alcanzar la cima. ¿Y qué hizo nuestro héroe cuando llegó al lugar más peligroso de todo Runaterra? El bobo, tardó menos de cinco minutos en ponerse a hacer el bobo.

Cualquiera diría que al llegar a la arena de los dioses tras un camino lleno de fatalidades, lo lógico y deseable sería prepararse concienzudamente para los próximos combates, entrenar el cuerpo y la mente, pulir fibra y estrategias… pero no, a Sambas todo eso le daba igual, porque Sambas sabía que no necesita mejorar algo que ya es perfecto, así que mientras el resto de guerreros se ocupaban en fortalecerse, él se puso a jugar con un chavalito que pasaba por allí, un tal Rxbxn. Probó nuevas técnicas de combate, tan vistosas como inútiles, e incluso puso en práctica sus dotes adivinatorias, todo lo cual, como veremos más adelante, no le sirvió de nada. Pero son risas, y eso vale mucho más.


jueves, 9 de julio de 2020

Episodio 3: ¿El final del camino?


Necesitaron tres días de travesía por rutas llenas de peligros, atravesando desfiladeros, sorteando enemigos, luchando contra las ganas de rendirse… algunas noches, incluso, Sambas se alejaba de su misión y soñaba con horripilantes historias de zombis, y no es que dieran mucho miedo, pero le obligaban a actuar con rapidez, y esas cosas le aterran… pero finalmente llegaron a una gran puerta de madera que tras sus goznes ocultaba una enorme sala de mármol pulido.

-  Aquí estamos, la sala de los espejos, al otro lado de estos muros aguarda el diamante – dijo Twisted Fate, con cierto tono de admiración. – Ahora debes entrar tú solo.

Sambas atravesó el desgastado umbral de la puerta, lleno de marcas de hachazos, y ante sus ojos la sala mutó en un laberinto en el que, lo que antes eran paredes, ahora formaban sinuosas calles sin sentido. En algún lugar al otro lado de la sala le recibió un grito retador:

-  ¡Mi hacha está lista!

Y entonces, el intenso brillo de las paredes comenzó a dibujar enormes figuras de Darius que se arrojaban contra nuestro héroe una y otra vez. A cada paso un Darius, tras cada esquina un Darius, Darius por todas partes, menos en los nerfeos.


Tras horas buscando la salida, inmerso en una batalla eterna en la que por cada enemigo derrotado surgían dos más, Sambas sintió como su determinación flaqueaba y utilizó la única forma que conocía para recuperar el ánimo; se golpeó el pecho con fuerza, alzó su mirada al cielo y gritó a pleno pulmón: “¡+3 +3 JODER! ¡+3 +3!”. Fueron esa mirada perdida en una sala interminable, y ese salmo libertario y lleno de pasión, los que brindaron a un renovado Sambas el nuevo enfoque que necesitaba. Comenzó a amontonar los cadáveres de Darius, y alzándose sobre ellos, vio en qué dirección estaba la salida para atravesar los muros que le cerraban el paso.

Por fin ante las puertas de la sala que resguardaba al diamante, Sambas infló el pecho, y como el héroe más grande de todos los tiempos las atravesó esperando recoger su tesoro. Y después de tantas batallas, de superar todas las adversidades, de superar pruebas de ingenio y valor… es muy triste tener que reconocer que lo único épico de toda esta historia fue la cara de Sambas al entrar en la sala y ver, casi sollozando, como aquel lugar que tanto le había costado alcanzar estaba llena de niños y de monos que habían llegado allí antes que él. Tal vez la búsqueda del máster sea una historia más digna.




jueves, 2 de julio de 2020

Episodio 2: Un camino inexplorado


Nadie sabe cuánto tiempo había pasado, cuando apareció por allí un tipo vestido de verde que llevaba un Zippo encendido y se hacía llamar “el portador de la llama”. Murmuró unas palabras, y un sorprendido Sambas volvió a la vida.

Tardó poco en recomponerse, se reincorporó con una dureza en la mirada impropia de él, y observando al portador con seriedad, ordenó:

-                 -  El pollo nos ha fallado, reúne a los tontitos.

Algunos minutos después las calles estaban infestadas de arañas que, diligentes, seguían las instrucciones de nuestro héroe: picoteaban aquí y allá, tropezaban unas con otras, y en el mejor de los casos se suicidaban arrojándose a la cabeza de algún incauto… pero no era suficiente, por cada paso dado retrocedía otro, y el camino se volvía tedioso e insoportable. Mientras contemplaba con frustración como sus tropas mataban y morían, comprendió que necesitaba una nueva estrategia.

Fue en ese momento cuando reparó en el puestecito de un trilero que, ajeno a la lucha, jugueteaba con tres cubos sobre un tablón de madera, escondido bajo un sombrero de ala ancha que ocultaba un rostro misterioso, en el cual apenas se podía entrever una sonrisa. Sambas no pudo evitar acercarse a él, y como si lo estuviera esperando, a su llegada el trilero alzó el rostro, y comenzó a mover los cubos con maestría.
-        
             - ¿Dónde está el diamante? – preguntó el trilero, con voz juguetona.
-             
           -  
Estos juegos son de jamaos – respondió Sambas, intentando disfrazar su curiosidad.
-           
                     -  ¿Quieres el diamante, o no? – El trilero comenzaba a impacientarse.

Sambas afirmó con la cabeza, sin saber muy bien qué esperar de aquella propuesta, y en ese mismo instante un ágil juego de manos hizo desaparecer los tres cubos y que su lugar lo ocuparan cartas de diferentes colores. Los tontitos observaron atónitos como su líder desaparecía del campo de batalla acompañado de un extraño, y siguieron peleando sin las indicaciones de su general, lo que para ser honestos… tampoco se notó demasiado.

Capítulo 6: Un final... de momento.

 Sambas había estado perdido en aventuras cada vez más descabelladas: desde la dictadura inglesa, en donde las tazas de té salían a cualquie...